lunes, 19 de diciembre de 2016

Es el gusto de compartirnos!

Debes saber que no te necesito y eso me hace feliz,
tú para mí eres una pieza nada más,
es más cada día compruebo y me siento plenamente complacida
por mi capacidad de autonomía, qué bien que me va sola.

He aprendido a mandar empleados, llevar una casa,
repelar a los chicos, coger un taxi sola,
negociar los precios con los maestros de la construcción,
incluso manejar herramientas, ya hasta sé llevar mis cuentas.

Me siento feliz conmigo,
me gusta mi vida, mantengo mi tiempo ocupado
y créeme siempre hay algo que hacer,
en ese ritmo te conocí,
lograste hacerme reír, hacerme mirarme lista,
me inspiraste, me llevaste a desear ser mejor,
a vivir esa mujer coherente, que se valora y que se respeta...

Y ahí ya me perdí, ahí ya quise que estuvieras conmigo,
ahí me dieron ganas de que seas parte de mi vida,
ahí me broto del corazón un te quiero en mi vida,
no un te necesito, pero sí un te quiero.

Hoy no estás, porque no estabas listo dijiste...
Así que te agradezco, fue maravilloso toparte,
eres un ser humano espectacular,
definitivamente me hiciste creer en ti
y me motivaste a ser mejor,
GRACIAS.

domingo, 18 de diciembre de 2016

Malestar

"¿Toda enfermedad es un duro aprendizaje?"
"Sí" -Anaís contestó mirándola directo a los ojos- "¿Por qué preguntas?"
"No entiendo qué se aprende" -Caminó mientras le contestaba
"Siempre se aprende algo, por ejemplo, este malestar de ellos me ha enseñado el amor ágape,
ese que solo se da con la infinita confianza en el otro"
"¿Y el dolor? ¿Qué pasa con el dolor de ellos? ¿Vale la pena ese dolor por la lección?"

La frase le quedó resonando, "¿vale la pena el dolor?"
Pasó el tiempo, pasó, pasó...
Cuando todo hubo pasado la respuesta era "Sí vale la pena el dolor"
Él aprendió a amarla, valoró aquello que nunca había valorado, 
se fue humilde, se fue en paz, perdió culpas que le habían cargado y que aceptó cargar...
Ella dejó de cuestionar, aprendió  a aceptar, a ser prudente, a ser humilde,
ella fue la que más aprendió y se quedó para enseñarlo...

Anaís aprendió a decir "eso no es mío"
A colocar cada cosa es su lugar, a ser prudente, a escuchar mirando, 
a aceptar, a respetar... Aprendió su lugar, para eso había servido todo ese malestar.

Aún duele...

A veces, solo a veces me da por extrañarte, eras un hombre sabio,
siempre, todo el tiempo sabías qué y cómo decirlo,
cuando no sabias entonces te quedabas callado,
aunque a veces tu silencio fue leído como indiferencia, era tu válida respuesta.
Recuerdo tu intento de hacerme cambiar de opinión en mis decisiones,
eras sutil, como no estaba acostumbrada a que lo fueran conmigo,
por eso nunca discutíamos, era para mí un problema decirte que no
era tan poco lo que pedías y tan bonito lo decías, que te decía que sí,
a menos que fuera, según yo, lo mejor para mí,
el paso del tiempo me enseñó que tú inevitablemente, solías tener razón.
Te agradezco mucho papá, tu tranquilidad ahora es mía, tu facilidad de sonreír también,
mamá dice que mi facilidad para solucionar las cosas es otra de mis herencias tuyas,
el descomplique de mi vida, la capacidad de adaptarme, el soltar las cosas,
la mirada coqueta, lo amiguera, lo sincera, lo imprudente...
Son muchas cosas papá que han marcado mi esencia y yo hoy y mañana te las agradezco y
si me lees te repito que te amo, que estoy bien y que he seguido por mí en honor a ti.
Nos vemos, de seguro nos vemos, te amo hoy como te amé ayer, disfruta...

¿Los apoyo?

Llegó el día, la novia irradia alegría y él, la mira, con esa admiración infinita que tienen los recientes esposos,  se contemplan, se quieren y parecen estar dispuestos a cualquier adversidad mientras estén juntos, comparten la misma carrera, uno de ellos llegó a esa Universidad por beca, el otro por posibilidades económicas, se conocieron allí, les iban bien los trabajos en grupo y comenzaron a hablar, compartir, conocerse.

Las amigas de la novia lo quieren y los amigos de él la acogen en el grupo, cada uno ha presentado a sus amigos para hacer un grupo cercano, pero esto no ha dado resultado, se saludan, se respetan pero nada más, las familias son cordiales, son atentas, pero nada más, los rumores debajo de la fiesta es qué será de ellos, son tan diferentes, cómo van a vivir, seguro él pagará todo porque tiene mejor trabajo, seguro ella lo supera pronto porque es muy ambiciosa…

La fiesta costó mucho por los acuerdos, él tan apegado a la tradición y ella tan vanguardista, los suegros discutiendo constantemente sobre cómo entrar a la boda, quién paga qué cosa, cuál es el criterio para aumentar o reducir la lista, dónde debe ser la boda para que quede lo mejor posible y así un sin número de “nimidades” como decía ella misma, que para las familias eran importantes.

¿Qué hacer ahí? ¿Apoyarlos a pesar de las diferencias o aterrizarlos con ellas?

Frente a esto la única frase que me viene a la cabeza es que “El amor es un construcción, una elección que se toma a diario”1 bajo esa perspectiva a los amigos nos toca el apoyo, el comentario atinado cuando los vea acorralados o perdidos por la presión de  lo que se “debe hacer”…

Para los esposos unas sugerencias:
·        Una vez casados las decisiones son de los esposos, mantener la distancia con la madre, el padre, la abuela y cualquiera que no sea el esposo y la esposa.
·        Si llegaron hasta el altar es porque los movían las ganas de estar juntos o porque creían que junto al otro daban lo mejor de sí, recuérdenlo en momentos difíciles, eso los calmará antes de reaccionar.
·        Anticipen las situaciones que puedan presentarse antes de alguna nueva decisión, de tal manera que puedan prevenir los desacuerdos y renegociarlos antes de que las cosas estén complicadas.

Para el entorno algunas sugerencias:
·        Deje que ellos aprendan de las decisiones tomadas, si para usted estuvo mal el matri, entonces para qué apoyo y sino apoyó entonces siga manteniendo la distancia, el mejor juez es el tiempo y sabrá que veredicto o factura pasar.

·        Mire a su propio carril de vida, seguro hay muchas cosas que arreglar ahí.

·        Cada persona decide cómo vivir y aunque creamos que ella o él merece algo mejor, recuerde “Recibimos el amor que creemos merecer”2 si ese amor es poco, entonces deje que esa persona se dé cuenta de que vale más o mándela a terapia, no quiera usted salvar al mundo….

1 Frase popular, autor desconocido.
2 Stephen Chbosky. (1999). Las ventajas de ser invisible. Estados Unidos: MTV Books.

De los abuelos y sus funciones

“¿Este mes el tema puede ser sobre los abuelos? Es que a veces los nietos creen que en la casa de los abuelitos pueden hacer lo que sea, en algunas ocasiones eso trae problemas con los padres porque dicen que cuando van allá ellos los malcrían"…

El tema siempre puede ser el que requieran los lectores, eso deben saberlo ustedes que me leen, así podrán siempre pedir lo que les concierne o interese.

Los abuelos son esos seres mayores, quienes últimamente han sufrido una evolución en su imagen, hasta hace unos años se daba por sentado que al llegar los hijos a la vida de los padres, los abuelos ayudarían siempre a criarlos, entonces mágicamente la madre de los flamantes madre o  padre se debía convertir en una tierna señora que recibiera a los nietos y cuidara de ellos como si fueran los propios hijos, exigirles, alimentarles, criarles… PERO eso no siempre pasaba como era esperado, porque cuando esa misma tierna mujer era la madre de su hija y no la abuela de sus nietos, siempre llamaba la atención, era estricta y exigente, sin embargo al ser la abuela se convierte en una chocha o tierna señora que permite todo aquello que ese pequeño tirano le pida. ¿¿¿Cómo es esto posible???

La explicación es sencilla, su momento de vida es otro, cuando se es padre o madre por primera vez se está aproximadamente entre los 20 a 30 años, por tal razón la energía está en un punto alto y levantarse a atender, llamar la atención y corregir en la cotidianeidad de las cosas es sencillo, sin embargo el promedio para ser abuelo está entre los 40 a 50 años y las fuerzas han cambiado, no necesariamente se han agotado, pero sí han cambiado, incluso nuestra forma de ver la vida es diferente, por ejemplo a los 50 ya sabemos que nadie va a morir infectado inminentemente si come una o dos veces sin lavarse las manos, también sabemos que los niños deben “hacer sus deberes en cuanto lleguen de la escuela a la casa” pero “nadie se va a morir si vemos tele un rato y ya de ahí hacemos” También podría pasar que los abuelos doblen la edad y en cambio estén quisquillosos o sean más exigentes de lo que fueron con sus propios hijos porque la edad ha provocado que se acentúen los defectos o temas…

Bajo esta perspectiva: 
-¿deben los abuelos estar a cargo de los nietos?
-¿A cargo? Depende.

Es decir, los abuelos pueden y deben ayudar ocasionalmente a los padres en el trabajo de la crianza de los chicos, esto porque son los narradores oficiales de la historia familiar, son los seres llamados a mimar, son quienes pueden mostrar las cosas sencillas como fantásticas porque las ven de manera distinta, son la parte de la familia que puede escuchar las quejas que el niño tiene de su mamá y consolarlo diciéndole que ser “mala” es el trabajo de la mamá y que tiene razón, pero que, a veces solo a veces, cuando va a la casa de ellos puede un poco romper las reglas y no hacer todo lo que le dice la mamá. Esto no por contradecirla sino porque también hay que enseñarle al niño que eventualmente las reglas pueden romperse, porque el mundo no es cuadrado, porque antes de las reglas está el uno a uno, el ser y no el deber.

En conclusión ¿los abuelos deben contradecir a los padres? No, están para reforzar a los padres, pero no para criar a los nietos, los abuelos son abuelos y miman, los padres son padres y exigen, ese el acuerdo porque los abuelos ya fueron padres y no tienen por qué volver a criar a nadie… 

Así que: ¿Cuál es el papel de los abuelos? Mimar, sin contradecir a los padres, sabiendo que a veces la regla puede romperse y que siempre se puede priorizar ser feliz antes que ser perfecto.


 Gracias por leerme y saludos a los abuelos!

A mi amor más puro

1.    Te amo por tu humor, que es el más puro y dulce que conozco.

2.    Te amo por tu inteligencia, eres un niño que pregunta, que busca respuestas y eso me encanta.

3.    Te amo por tus ojos, brillantes, vivos, alegres.

4.    Te amo por tu creatividad, siempre inventando historias, creando mundos, haciendo cosas.

5.    Te amo por tu necedad, la que también es perseverancia y ganas de conseguir lo que quieres.

6.    Te amo por tu exigencia que a veces te ahoga pero que siempre te motiva a hacer las cosas mejor.

7.    Te amo porque piensas, te das el tiempo de observar y revisar las cosas que te rodean.

8.    Te amo porque sueñas, deseas cosas, unas las haces, otras las pides, otras las imaginas y las creas.

9.    Te amo porque me inspiras, porque eres una razón divina para seguir.

10.Te amo por tu sonrisa, chueca, limpia, amorosa y dispuesta a darse a cualquiera.

11.Te amo porque confías, porque crees porque amas.

12. Te amo porque quiero amarte, porque desde siempre te quise, porque eres de lo mejor que me pudo pasar.

jueves, 7 de enero de 2016

Otro te amo...

“¿Nos vamos esta noche, te animas?”
“No, es que estos días no quiero nada”
Me quedo pensando, sigo leyéndome y concientizando mi pena... los últimos meses fueron duros, yo había pensado que el asunto se empeoró desde Noviembre, pero no, el asunto empeoró en Septiembre, es decir fueron 4 meses en los que no hablé, en los que te despedimos 4 veces diferentes y te lloré cada vez que pensé que te ibas, la última vez, la definitiva no lloré, me guardé el llanto y me hice cargo del papeleo, de las fiestas por las fechas, de la misa, de la ropa, de mi madre, de mis niños, de los gatos, los arreglos de la casa, el viaje por las fiestas, los pagos de los pendientes, las cuentas... así que el llanto se retuvo hasta ahora, que le voy dando tiempo para salir e irme sanando por la pena que llevo de tu partida, le voy dando palabras para que no se atoren en mi garganta, le voy dando formas y pensamientos que me permitan vivir tu fallecimiento de la manera más saludable y amorosa que encuentro.
Y debo decirte que te extraño, extraño el ya no tener que ir a verte, y pienso: ahora está en paz y me lo creo y agradezco ser cristiana porque me aquieta el alma pensar que estás bien y que descansas, pero el hecho es que ya no te voy a abrazar, que ya no podré decirte al oído que te amo, que tus ojos ya no me miran padre, que ayer no comiste la rosca de reyes que te encantaba, que se te quedaron sueños por cumplir, porque siempre tenías nuevos sueños, como ver a tu nieto graduarse, como vivir 100 años, como verme flaca... ya no escucharé tu voz ronca, la voz más bonita que he escuchado en un hombre, hacerme bromas o cantar desafinado, ya te has llevado el registro físico de esto aunque me dejas el recuerdo y la gracia de habernos compartido.
Los últimos meses fueron difíciles, agotadores, pero íntimos, cercanos, los vivimos en familia, mi madre, tú y yo juntos, tristes pero alegres de tenernos, el día anterior a tu muerte, (que bonito el eufemismo de decir tu partida), te abracé despacito, porque el dolor no dejaba que te toquemos, y te dije: descansa papá, no esperé que esta vez lo hicieras en serio, pero lo hiciste, al día siguiente dice mi madre que ya no eras tú, era tu cuerpo en ese trance de soltar al alma para ir al otro lado, al encuentro con la gente que nos espera allá y que a ti ya te tenía la fiesta armada hacía rato, cómo los llamaste los últimos días, cuán presentes los tenías a todos... tu partida fue pronta, ella me avisó que no estabas alrededor de las 6y30 y ya para las 9 te habías ido del todo, corrí a verte, te pude dar el abrazo que te había guardado para ese rato, ayudé en todo lo que mamá pidió, aproveché y me desprendí de mí para hacer para ti lo que se debía, tuvimos nuestro momento, un rato a solas en la sala, conversé como si me oyeras, te miré como si me miraras y luego tuve que ir a hacerme cargo de los pendientes, hoy por hoy, dos semanas después me doy cuenta que no quería irme, pero en ese rato seguro fue lo más fácil para mí, irme a hacer las cosas para no romper a llorar, por suerte ahora me he dado el espacio de hacerlo.
Quiero decirte que no estuve en la misa, pero fui yo quien se hizo cargo del cura y del canto, pensé en un sacerdote que lo hiciera alegre y breve como te gustaba que fueran las misas porque decías que eso de ir a la misa para que lo hagan a uno sentirse mal no estaba bien, también pensé en un amigo que cantara alegre y bonito y dejé todo marchando mientras me encargaba del resto de cosas, no sabía que querías que te enterraran a las 6, eso me lo dijo tu amigo mientras esperábamos que llegaran los lapidarios, casi lo logramos, con todo lo que pasamos el entierro fue 5y30. Lo del whisky sí lo hice y tus amigos lo agradecieron, tu sala estuvo llena como lo pediste, estoy segura que todo te gustó y mientras escribo esto estoy segura que te veré algún día detrás del arcoíris para volver a abrazarte y a decirte al oído te amo papá, por ahora es solo un hasta luego y otro te amo sin tiempo dicho al viento con la certeza que lo llevará a ti…

Para mi hija

  Estoy pensando en ti, no corras hija, no corras por los demás, corre por ti, por tu carrera, por las cosas que te gustan, por la vida que ...