martes, 22 de julio de 2014

Vocación Profesional

Luego de algunos correos, referencias y acercamientos me comunicaron que estaba invitada a ser articulista de Revista VIVE, me sentí plenamente feliz, incluso me daban los temas y la libertad, si no quería esos temas, de escoger lo que me pareciera pertinente escribir para la familia. Fue un gran placer, casi un orgullo poder escribir para ustedes.

Transcurridas las emociones de la invitación, los primeros días del acuerdo con la revista, delimitados los temas y las fechas de entrega de los escritos, regresé a mis múltiples actividades diarias, cuando me di cuenta que estábamos sobre la fecha de entrega comencé a trabajar, busqué información, me reuní con colegas especializados en el tema y tuve todo listo para sentarme a escribir, por demás está decir que hubo las clásicas complicaciones del día a día de cualquier persona, los niños, el trabajo, la escuela, los estudios, etc. Sin embargo me senté, busqué un canal de inspiración y no lo encontré, hasta que me enfoqué en por qué quería escribir en una revista, en ese momento surgió la motivación de compartir lo que he aprendido, de poder establecer un espacio de claridad para quien busca respuestas y se me hizo muy fácil empezar.
¿Cómo puedo llamar a aquello que me movió? En base a la definición podría decir que me inspiró mi VOCACIÓN, entendida como llamado, convocatoria, inclinación a un estado, profesión o carrera. Bajo esta perspectiva yo tendría una vocación al servicio de los otros, a la búsqueda del bien común. Entonces me pregunto ¿Esto quiere decir que la VOCACIÓN es personal? La vocación tiene que ver con la persona y sus habilidades, su capacidad para desenvolverse ágil y oportunamente en actividades que vayan de lo cotidiano a aquello que se podría considerar extraordinario o complicado. Podríamos decir que desde pequeños tenemos diferentes tipos de intereses, si observamos a un niño nos vamos a dar cuenta que es curioso, que le gusta experimentar y jugar a todos los roles que observa de los adultos, cuando esto pasa en la vida de un pequeño y este es motivado a descubrir, crece seguro de sí mismo, sabiendo que si se equivoca puede corregir y que hay que jugar de todo para ver qué es lo que al final de ese día buscará volver a jugar, en esos momentos estamos trabajando en la persona quien luego escogerá una carrera en base a lo que descubrió que le gusta.

Considerando actual a los últimos diez años podríamos decir que los niños no juegan tanto a los roles (doctor, veterinario, abogado) sino a video juegos o a juegos dirigidos para su diversión, los que entretienen pero, al ser dirigidos, no les permiten proponer, así obstaculizamos en cierta medida su auto descubrimiento de cosas que disfruten hacer y los encasillamos en un determinado canal, de esta manera en los últimos años tenemos un aumento considerable de las carreras técnicas y un alto desconcierto en respuestas a preguntas como  qué estudiar o qué me gustaría hacer en mi vida. Otro motivo para esas preguntas se relaciona con el tema del enfoque al éxito laboral que les inculcamos a los chicos, entonces les decimos que escojan algo que les permita ganar mucho y no les enseñamos que por encima de ganar dinero está la realización personal.

La VOCACIÓN en el ámbito laboral parte de una inclinación personal, de algo que disfrutamos hacer en todo momento, en lo que somos hábiles y que debe aportar plenitud a nuestra vida, esto hace que podamos trabajar disfrutando lo que hacemos, que seamos eficaces y productivos con posibilidades de ascensos laborales y así el verdadero éxito está garantizado. Para descubrir nuestra VOCACIÓN PROFESIONAL podemos hacer un proceso de orientación el cual se refiere a descubrir nuestras habilidades personales en relación a los intereses profesionales de tal manera que podamos escoger la carrera adecuada. También es importante autoconocernos pudiendo aceptar las cosas que se nos dan fáciles y aquellas que nos cuestan más, podría darse el caso de querer estudiar un área que no es aquella en la que somos rápidos, en estos casos la perseverancia y el compromiso son los elementos que pueden ayudar a una persona para mantener el deseo de trabajo dentro del área escogida.

¿Cómo ayudar a nuestros hijos en el proceso de elección?
A los niños:
·        Los podemos dejar jugar de todo, en un juego libre que les permita descubrirse.
·        Enseñarles siempre que tienen derecho a equivocarse y experimentar, eso asegura un proceso de autoconocimiento y exigencia.
·        Permitirles acompañarlos a diferentes actividades que les permitan conocer todo tipo de roles sociales y laborales.
·        Motivarlos a opinar sobre las cosas que les gusta ver, hacer o que desean probar.
A los jóvenes:
·        Respetar sus decisiones en cuanto a las actividades que desean escoger, no porque la familia sea de Doctores, ellos deberán serlo.
·        Estar atento a su capacidad de autoconocimiento, si el caso es que no se reconoce a sí mismo ayudarlo acercándolo a un proceso de orientación vocacional.
·        Permitirle pensar, dudar y repensar la elección de carrera.
·        Promover constantemente actividades que le permitan acercarse a diferentes realidades para ampliar sus expectativas de vida.


Me gustaría terminar diciendo que en niños, jóvenes y adultos debemos reforzar la idea de que el fin de un trabajo es la dignificación y realización del ser humano, por tal razón estamos llamados a trascender, a ir más allá dejando nuestra huella en el trabajo diario cualquiera que este sea, porque solo así logramos parte de la felicidad. 

Para mi hija

  Estoy pensando en ti, no corras hija, no corras por los demás, corre por ti, por tu carrera, por las cosas que te gustan, por la vida que ...