jueves, 7 de enero de 2016

Otro te amo...

“¿Nos vamos esta noche, te animas?”
“No, es que estos días no quiero nada”
Me quedo pensando, sigo leyéndome y concientizando mi pena... los últimos meses fueron duros, yo había pensado que el asunto se empeoró desde Noviembre, pero no, el asunto empeoró en Septiembre, es decir fueron 4 meses en los que no hablé, en los que te despedimos 4 veces diferentes y te lloré cada vez que pensé que te ibas, la última vez, la definitiva no lloré, me guardé el llanto y me hice cargo del papeleo, de las fiestas por las fechas, de la misa, de la ropa, de mi madre, de mis niños, de los gatos, los arreglos de la casa, el viaje por las fiestas, los pagos de los pendientes, las cuentas... así que el llanto se retuvo hasta ahora, que le voy dando tiempo para salir e irme sanando por la pena que llevo de tu partida, le voy dando palabras para que no se atoren en mi garganta, le voy dando formas y pensamientos que me permitan vivir tu fallecimiento de la manera más saludable y amorosa que encuentro.
Y debo decirte que te extraño, extraño el ya no tener que ir a verte, y pienso: ahora está en paz y me lo creo y agradezco ser cristiana porque me aquieta el alma pensar que estás bien y que descansas, pero el hecho es que ya no te voy a abrazar, que ya no podré decirte al oído que te amo, que tus ojos ya no me miran padre, que ayer no comiste la rosca de reyes que te encantaba, que se te quedaron sueños por cumplir, porque siempre tenías nuevos sueños, como ver a tu nieto graduarse, como vivir 100 años, como verme flaca... ya no escucharé tu voz ronca, la voz más bonita que he escuchado en un hombre, hacerme bromas o cantar desafinado, ya te has llevado el registro físico de esto aunque me dejas el recuerdo y la gracia de habernos compartido.
Los últimos meses fueron difíciles, agotadores, pero íntimos, cercanos, los vivimos en familia, mi madre, tú y yo juntos, tristes pero alegres de tenernos, el día anterior a tu muerte, (que bonito el eufemismo de decir tu partida), te abracé despacito, porque el dolor no dejaba que te toquemos, y te dije: descansa papá, no esperé que esta vez lo hicieras en serio, pero lo hiciste, al día siguiente dice mi madre que ya no eras tú, era tu cuerpo en ese trance de soltar al alma para ir al otro lado, al encuentro con la gente que nos espera allá y que a ti ya te tenía la fiesta armada hacía rato, cómo los llamaste los últimos días, cuán presentes los tenías a todos... tu partida fue pronta, ella me avisó que no estabas alrededor de las 6y30 y ya para las 9 te habías ido del todo, corrí a verte, te pude dar el abrazo que te había guardado para ese rato, ayudé en todo lo que mamá pidió, aproveché y me desprendí de mí para hacer para ti lo que se debía, tuvimos nuestro momento, un rato a solas en la sala, conversé como si me oyeras, te miré como si me miraras y luego tuve que ir a hacerme cargo de los pendientes, hoy por hoy, dos semanas después me doy cuenta que no quería irme, pero en ese rato seguro fue lo más fácil para mí, irme a hacer las cosas para no romper a llorar, por suerte ahora me he dado el espacio de hacerlo.
Quiero decirte que no estuve en la misa, pero fui yo quien se hizo cargo del cura y del canto, pensé en un sacerdote que lo hiciera alegre y breve como te gustaba que fueran las misas porque decías que eso de ir a la misa para que lo hagan a uno sentirse mal no estaba bien, también pensé en un amigo que cantara alegre y bonito y dejé todo marchando mientras me encargaba del resto de cosas, no sabía que querías que te enterraran a las 6, eso me lo dijo tu amigo mientras esperábamos que llegaran los lapidarios, casi lo logramos, con todo lo que pasamos el entierro fue 5y30. Lo del whisky sí lo hice y tus amigos lo agradecieron, tu sala estuvo llena como lo pediste, estoy segura que todo te gustó y mientras escribo esto estoy segura que te veré algún día detrás del arcoíris para volver a abrazarte y a decirte al oído te amo papá, por ahora es solo un hasta luego y otro te amo sin tiempo dicho al viento con la certeza que lo llevará a ti…

Para mi hija

  Estoy pensando en ti, no corras hija, no corras por los demás, corre por ti, por tu carrera, por las cosas que te gustan, por la vida que ...