jueves, 28 de enero de 2021

Adiós Efrain

Este texto lo he escrito este 27 de enero del 2021… me he levantado con la noticia de la muerte de Efraín Ruales. Las horas van transcurriendo y se va descubriendo que hay otro muerto ayer, también, con las características del sicariato, alrededor de ambas muertes se especula que ambos testificarían en casos sonados de corrupción…

Las horas siguen pasando, las redes son un mar de comentarios, he tenido horas clase con mis estudiantes y, coincidentemente, he trabajado el tema desigualdad social, una de mis estudiantes me ha dicho que la desigualdad ha puesto a nuestro país en una situación terrible, otro en medio de la clase pregunta para quién será mi voto estas elecciones, abro el tema y relacionamos el concepto desigualdad social con la situación política y socio-económica del Ecuador, he almorzado con mis hijos y les he dicho que deben irse de este país.

Estoy consternada, solo atino a pensar ¿cómo mi país, este que me ha visto crecer, que me ha dado parte de mi identidad, este al que le doy diariamente mi trabajo y mi esfuerzo de construir mi realidad lo más sana posible está enfrentado a este nivel de corrupción?

Me siento a escribir este texto apenada, pensando en esa madre que se queda sin su hijo, esa novia que parecía tenerlo todo con él, pienso en mí diciéndoles a mis hijos sé honesto, si te equivocas reconoce tu error, pienso en mí diciéndoles a mis estudiantes que sus ideas son más valiosas que el plagio que puedan cometer para llenar el texto de los deberes, me pregunto qué nos queda cuando el sistema gubernamental debe cuidarnos y, sin embargo, lo que tiene es una larga lista de casos no resueltos, el más cercano, el caso de Liss y ni hablar de las denuncias en el tiempo de pandemia ni la llegada de las vacunas este 2021…

¿Qué le queda a un pueblo donde todo parece Macondo, con 17 candidatos para presidente entre los cuales ni uno cuenta como una opción respetable o coherente en los diferentes aspectos de su vida?

La respuesta es nula, no hay respuestas ciertas ni para mí ni para el pueblo que clama justicia, orden, coherencia. A mis hijos parte de este pueblo les queda migrar a un lugar donde haya un sistema judicial y político más coherente, no perfecto, pero sí capaz de evolucionar o mejorar.

En medio del caos logro encontrar la calma y escuchar la voz de los más jóvenes, ahí en esa bolsa de la juventud están mis estudiantes y mis hijos, unos preguntándose temas existenciales: ¿qué seré cuando sea grande y cómo quiero ser cuando sea grande? Otros determinándose por estudiar ciencias políticas, pedagogía, al final del día, la mayoría, entre esos mis hijos, convencidos de pertenecer a este lugar, responsabilizándose por la entrega de deberes, de sentirse bien consigo mismo para estar bien con el otro, compartiendo ideas y pidiendo ayuda, ahí está la juventud y de ella saco el consuelo para este día de pena.

Les comparto amables lectores que no cierro este tema feliz, pero que sí opto por la esperanza de esa juventud haciendo lo mejor que puede, siguiendo el ejemplo de los que hemos sido buenos padres, tíos, maestros incluso al reconocer nuestros errores.

Al regresar a pensar en la madre y novia de Efraín Ruales y del joven de bodega del HTMC, pienso humildemente que también pueden escoger quedarse con la fe de saber que ellos iban a hacer lo correcto porque, si no, estuvieran aún entre nosotros, pueden escoger honrarlos desde la fe y la alegría de haberles educado amorosamente dentro del marco de la ética y el bien común.

Sé que las palabras no alcanzan, sin embargo, espero aportar en su consuelo, mis condolencias, respeto y compañía a la distancia para ustedes.

miércoles, 27 de enero de 2021

Te quiero libre y humano.

«Mi amado Hombre:⁣
Te libero del cuento donde siempre tienes que ser el príncipe, el valiente o el rescatador, y por supuesto, el príncipe encantador.⁣
Te libero del cuento donde buscas, rescatas, y amas a una princesa.⁣
¿Qué tal si a quien amas es a la bruja,⁣ al dragón, a la campesina, a la que se rescata sola, a la que no vive en el castillo, a la que no es la más bella más que para tus ojos?
Te libero del cuento donde tienes que ser de un color: el azul.⁣
¡Qué absurda manera de encasillarte habiendo un mundo de colores, sabores y oportunidades para ti!
Vístete del color que quieras, rojo, amarillo, negro, arcoiris... ¡El que tú quieras!⁣
Te libero del cuento donde siempre eres fuerte, el más valiente, el más guapo y el que, por supuesto, ya posee un castillo. ⁣
El que tiene tesoros y riquezas o, por lo menos, alguna herencia. ⁣
¡A ti también te han dañado y te han impuesto estereotipos de valentía, posesión y fortaleza!⁣
Te libero del cuento donde jamás se te permite llorar, donde la confusión, el caos y la derrota no existe, donde te has dado cuenta de que tu papá no es un Rey. ⁣
¿Qué tal si no quieres ser el héroe?⁣
Quizá se te antoja ser el villano, el que no puede, el que renuncia a todo, el que es salvado, y el que no quiere tener princesa o un cuento de: “Se casaron y fueron felices por siempre.”⁣
Te libero del cuento donde siempre hay mil batallas, monstruos, dragones, oscuridad, y con ello la consigna de que para todo se tiene que luchar, que todo es guerra y competencia. ⁣
Te libero del cuento, del hechizo, y del amor mágico e impuesto, para que mejor construyas tu mundo a tu manera, como tú elijas, y desde tu propia identidad.⁣
Te libero del cuento y te cuento que:⁣
⁣¡Nosotras ya aprendimos a rescatarnos solas!
Ya no somos princesas frágiles, ya no estamos dormidas ni atrapadas en nuestro cuento.⁣
Amamos al hombre que ríe, juega, es inteligente, sarcástico, sensible, miedoso y llorón. ⁣
Nosotras ya salimos del cuento y te esperamos en este lado, en la vida real donde tú puedes ser TÚ, y yo puedo ser YO.⁣
Sin tanto cuento.⁣»
Texto: Susy Landa⁣
⁣Ilustración Cornspiration

domingo, 10 de enero de 2021

Obesidad...

Según algunos investigadores, la obesidad está en completa relación con el Síndrome de Abandono, no una alimentación deficiente, ni la falta de ejercicio provocan kilos de mas, ellos proponen que: 

Lo que te hizo engordar fue el miedo, el sentimiento de abandono, la falta de amor, la desvalorización, la desprotección, todo esto lo expresaste en impulsos inconscientes y ellos se manifestaron como hábitos alimenticios deficientes. Ten en cuenta que la finalidad de las experiencias dolorosas no es perdurar, sino enseñarnos su lección y luego disolverse… Sin embargo, como tu sistema de drenaje emocional está averiado, has tratado, inconscientemente, de deshacerte de esos pensamientos y sentimientos por medio de la digestión, diciendo:

SI NO PUEDO PROCESAR MI TRISTEZA, QUIZÁS ME LA PUEDA COMER, SI NO PUEDO PROCESAR MI IRA, QUIZÁS SEA CAPAZ DE ENGULLIRLA.

Ese exceso de peso desaparecerá cuando ese niño interior, que aún vive en el cuerpo del adulto creciendo a través de la grasa, pase a ser reconocido y protegido por el adulto y se de cuenta que el miedo pertenece al pasado y que ahora esta a salvo, entonces, ese niño interior dejará de crecer en forma de grasa corporal.

El sobrepeso está relacionado con el síndrome del abandono o con la sensación de haber sido abandonado, no confundir separación con abandono, la separación se da en cierto tiempo y es lenta, mientras que el abandono es abrupto, ahora están y al otro día ya no están.
Muchas veces la persona no llega a ser consciente de ello… y es importantísimo ir a la emoción primaria, la arcaica, para comprender el sentido: estar solo en la naturaleza equivale a una muerte segura, sobre todo cuando somos pequeños, así que se activan automáticamente mecanismos de protección:

La sensación de estar solo:
produce un derrumbamiento de la existencia profunda, a nivel biológico, solicita de la función renal para retener el máximo de agua en el interior del organismo y se traduce en retención de líquidos.

La falta de alimentos:
pone de relieve la necesidad tener reservas de alimentos para poder aguantar el mayor tiempo posible, lo que lleva a almacenar grasas y a modificar el metabolismo de los lípidos para seguir construyendo el organismo.

La sensación de estar perdido:
solicita la acción de las glándulas suprarrenales que se relacionan con la secreción de cortisol y que se relaciona a su vez con el cansancio matinal dando la tendencia a la inmovilidad física y mental.

La impotencia :
de no poder hacer nada más que soportar este abandono, lleva al sentimiento de desvalorización que tiene que ver con todo el sistema osteo-articular, así como con la sangre, los diferentes tejidos y la grasa.

La vulnerabilidad:
ante depredadores puede llevar a usar la técnica del camuflaje o la transformación física para pasar desapercibido o aumentar el volumen para impresionar a los enemigos, para ser vistos/reconocidos por los miembros de mi clan o ponerme un escudo protector para hacer frente a los depredadores.

El miedo frontal :
es el que pone a la persona en un estado de constante atención y vigilancia para poder identificar el peligro lo antes posible y reaccionar a tiempo.

La gestión del tiempo:
es de vital importancia, es la que solicita a la tiroides activar el metabolismo para estar despierto y poder huir en caso de agresión.

Hay que considerar también que el tejido adiposo (grasa) en el cuerpo tiene varias funciones que nos dan algunas claves más para entender cuál es el sentido biológico de acumular tejido adiposo en el cuerpo:

• Protege nuestros órganos
• Da soporte (literal en el caso de los riñones por ejemplo),
  Protector térmico (aislante) y mecánico (golpes),
• Está presente en todo el cuerpo, almacena las reservas de energía,
• Está relacionado con la producción de lectina que nos provoca sensación de saciedad,
• Tiene una función respecto a la identidad sexual y a la necesidad de reproducirse (es por esto que las mujeres tienen un 20% más de grasa que los hombres, porque es necesaria para poder llevar a término un embarazo y amamantar al bebé)

Muchas veces este síndrome de abandono se produce durante la infancia, así que es muy común que las personas con sobrepeso se hayan estructurado justamente alrededor de este conflicto, con creencias muy instaladas en la persona, centrales en su estructura de personalidad, muy presentes en su forma de ver el mundo y a la hora de relacionarse con los demás.

La grasa es una expresión física de la necesidad de poner distancia con los demás, esta grasa ha sido un muro para proteger, una barrera que tu misma/o has creado.

Te propongo que derribes los ladrillos de ese muro de grasa, que mires del niño abandonado adentro, para así darle paz y libertad emocional a tu niño interior, siendo un adulto amoroso y libre.

Esos ladrillos hoy, ya no sirven, esos ladrillos tienen nombre y suelen llamarse: Vergüenza, Rabia, Miedo, Rencor, Injusticia, Protección, Separación, Agotamiento, Estrés, Complejo de inferioridad.

La grasa que te quitas de encima  probablemente había penetrado en tu inconsciente antes de acumularse en tu cuerpo, cuando el peso del abandono desaparezca de tu mente, abandonará también tu cuerpo.

Para mi hija

  Estoy pensando en ti, no corras hija, no corras por los demás, corre por ti, por tu carrera, por las cosas que te gustan, por la vida que ...