miércoles, 22 de noviembre de 2017

Lección...

En medio del día a día he parado,
he mirado y me doy cuenta
qué fortuna tenernos,
qué fortuna pelearnos,
qué delicia ser parte del corre y poder tomar distancia,
gracias dolor, gracias malestar,
gracias rodilla dolida,
por ti he podido parar y
dejar que el mundo ande sabiéndome no indispensable,
reconociéndome amada y valiosa,
pero no indispensable,
entonces así puedo parar sin culpa,
sin malestar,
sabiendo que es para mejor
y que vale dejarse cuidar,
gracias rodilla,
gracias malestar...
¿Sabías que el dolor en la rodilla se relaciona a la humildad?
¿y que el saberme no indispensable es reconocerme humilde?
¡Qué gran lección!
Gracias rodilla dolida,
gracias por la humildad...

lunes, 13 de noviembre de 2017

Detalles de la tristeza...

Una de las emociones venidas a menos por la sociedad es justamente la tristeza,
es que en este periodo de hedonismo,
¿para qué entristecerte?
Tienes muchas opciones para evitarla,
una de las mejores es hacer como que nada pasa,
evitar el llanto y entrar en un ritmo profundo de quehaceres que ocupen el tiempo,
se pueden considerar, fiestas, viajes, reuniones,
que inevitablemente provocaran una sensación de vacío luego de lo vivido,
entonces, aparecen todos los paliativos,
el primero y  más delicioso, la comida,
también el alcohol, además ambos socialmente permitidos,
drogas y otros estupefacientes, juzgados,
pero con facilidad de consecución.

¿Sabías que el deporte en exceso también es un adictivo?
y bueno, ese sí es un antidepresivo, sin embargo,
si lo que te lleva a hacer deporte es escapar,
sorpresa: la sensación de vacío también va a estar.

¿Qué hacer o cómo reconocer que estoy triste?
Cuando estamos tristes, el ánimo de hacer cosas nos abandona,
el por qué de las cosas carece de sentido,
hay un desgano constante,
a veces la tristeza no tiene una razón,
es como si hubiéramos estado tanto tiempo sonriendo
y huyendo de ella que simplemente aparece y ya,
con ella también aparecen las ganas de llorar que se convierten en nuestra amiga,
y nos sentimos terriblemente culpables e inútiles de sabernos afortunados
y simplemente estar tristes.
así que lo mejor es dejarla fluir como a cualquiera de las otras emociones,
sin culpa, sin remordimiento,
permitirnos estar tristes, llorar y dejarla salir,
como si el llanto fuera una llave de agua que se cierra y se abre sola,
créame de repente ya no estará,
es como si la tristeza fuera una visita a la que hay que recibir,
albegar y ella luego buscará partir.

Sin embargo, si la negamos no se irá nunca
y se volverá ese vacío y
sin sentido del que les hablo,
así que lo mejor es dejarla un rato por allí.

Te invito a llorar, sin decirte que una vez que se vaya y tú hayas fluido con ella,
tu deber es volver a sonreír.
¿Trato?

Para mi hija

  Estoy pensando en ti, no corras hija, no corras por los demás, corre por ti, por tu carrera, por las cosas que te gustan, por la vida que ...