miércoles, 21 de enero de 2015

El primer hombre de mi vida...

Nuestra historia comenzó tarde, 
mis primeros recuerdos sobre ti hacen referencia a una ropa que me habías enviado,
supongo haber preguntado dónde estabas porque lo que sí recuerdo es a estas mujeres con las que vivía diciendo que estabas trabajando para mí...
es decir te habías ido fuera para trabajar y así comprar las cosas que yo tenía y disfrutaba,
años después comprendí que no trabajabas para mí, sino que estabas allá pagando un error, que por suerte te permitía velar por mí económicamente,
creo que si me hubieran expicado eso lo hubiera entendido y
hubieramos evitado años de trabajo para ser conciente de mi historia y sus recobecos,
sin embargo heme aquí habiendo aprendido tanto.

Otro recuerdo que salta a mi cabeza es una foto de un hombre alto, moreno, cabello negro con lentes y un libro en la mano, 
era la primera foto que veía de ti, me pareciste bonito, mi madre dijo que eras muy guapo y un verdadero caballero, en eso no mintió,
solo exageró un poco al decir que bailabas bien,
porque luego descubrí que tenías dos pies izquierdos, pero que tu actitud era la perfecta para divertirse a mares contigo,
también es verdad que tenías un sentido del humor muy bueno y la capacidad de reírte y sorprenderte de todo,
también es real que eras prudente, muy observador e inteligente, nunca olvidaré tu comentario sobre mi ex...
Creo que nunca te he dicho que tus cualidades son las que sigo buscando en un hombre que sea para mí...

Otro momento importante de mi historia de infancia contigo fue tu llegada,
qué grande que eras, no había visto a un hombre como tú, corrí sin estar segura de que fueras tú y a pesar de mi porte te di los brazos,
te quedaste mirándome sin saber qué hacer y optaste por el camino fácil, tomar distancia y empezar una relación de orden y jerarquia,
me quedé colgada esperando el apapacho al que estaba acostumbrada por las tías...
Años después descubrí que a los hombres de antes y de esa casa no les enseñaron a abrazar ni a besar,
es decir, no había contacto físico, ahí comprendí que la culpa no era tuya sino del sistema... 
¿Recuerdas los caramelos que trajiste? Nos los comimos entre los tres, qué ricas esas muelitas.
¿Sabes que fueron las primeras golosinas que busqué cuando viaje? 

De ahí los cambios de estructura, cada quien para su casa y yo quedé guindada entre los dos,
de ahí fueron años contigo pero sin ti... Aprendí de ese tiempo a ver por mí y a cuidar de los demás como de mi misma.
El tiempo pasó y te fue madurando hasta el punto de revalorizar lo que antes no era importante, 
bajo ese aprendizaje volviste, disfrutamos de tu cuidado, tu cercanía y tu alegría, qué sonrisa tan amplia y sincera que siempre has tenido,
en ese tiempo ya de mi adultez, te vi y te conocí como ser humano, encontré tus virtudes que brillan por encima de tus defectos y 
que me hacen valorarte en todo lo que representas,
no puedo decir que eres perfecto, pero mentiría sino digo que has sido un humano en continuo crecimiento.

Hoy parece que la historia estaría por acabar y el corazón se me parte dejándome experiencias para aprender,
hoy por hoy te veo pequeño, delicado y sin embargo fuerte para estar acá,
hoy por hoy me sigues sorprendiendo,
hoy veo que has aprendido el valor del encuentro de las manos, de los abrazos,
hasta de palabras de amor...
Hoy me sigues enseñando que siempre se puede aprender y que la esperanza y el valor es lo último en perderse.

Como te dije al inicio nuestra historia empezó tarde, pero eso no hizo que no fuera perfecta, 
te amo...

lunes, 13 de octubre de 2014

¿Que cómo es él?

Es un hombre alegre, ese es el requisito uno, me gusta ese hombre de fácil sonrisa,
ese que se levanta en las noches a recibirme cuando llego de viaje,
que ama a su trabajo, pero que por encima del trabajo me ama...

Me gusta el hombre que es padre de corazón, que al ver a un niño lo atiende, lo mira,
ese que explica lo que el niño no entiende a pesar de que mamá ya le explicó,
que se vuelve su complice sin perder su brújula de guía ni su lugar de papá...

Me gusta el hombre fuerte que con una mirada y una sonrisa me dice lo que quiere y cómo lo quiere,
el que es más alto que yo, que baila toda la noche conmigo y que adora verme bailar,
que es emprendedor, mal carácter, refunfuñon, pero que me permite alegrarlo o acompañarlo cuando es necesario.

Me gusta también el que sabe cocinar, que hace sánduches o comidas gourmet,
ese que se dio el tiempo de conocerme a pesar de mis negativas,
que pudo ver más allá de mi fachada y descubrir a la mujer...

Aquel con el que comparto gustos similares, amigos en común, sueños, ideales,
aunque no comparto compras ni revistas ni esas cosas que se hacen con amigas...

Me gusta el hombre caliente y dispuesto, que siempre tiene tiempo y que siempre quiere más,
me gusta el que puede hablar de sus cosas para considerar mi opinión,
aquel que llega cansado y que deja que lo descanse, que lo atienda
y más me gusta cuando logra descansarse haciendo cosas de herramientas en casa,
el que soluciona y me deja solucionar, ese que tiene claro que somos diferentes, pero que andamos juntos...

domingo, 7 de septiembre de 2014

Carta a la mamá de un adolescente en consulta...

Estimada madre,

debo escribirle y dejarle claro las cosas que su hijo o hija podrá ir trabajando en consulta,
el proceso que irá haciendo puede ser desde aprender a vivir con ustedes con quienes seguro tiene temas pendientes
a aprender a vivir consigo mismo y las cosas que encuentra que debe descubrir, asumir y aceptar, 
esto no quiere decir que él o ella será lo que ustedes como padres quieren, 
al contrario van a consulta porque desean saber lo que les pasa,
además de descubrir y decir lo que ellos quieren y pueden,
no dependerá de mí que él o ella sigan normas, porque yo no soy quien los cría,
solo seré quien los escuche, cuestione y/o devuelva frases flitradas en su discurso, 
el tema de la crianza depende de ustedes.

También es importante que sepan que aunque ya no sean pequeños,
ustedes siguen siendo impresionantemente importantes en la vida de sus hijos,
por tal razón el proceso terapéutico no sirve de mucho si el sistema familiar se mantiene inmovil.

No me llame a contar novedades del caso, vaya cuando la cite y sea honesta,
al final él o ella me comentarán las cosas como las vivieron
y generalmente es distinto a lo que usted creyó,
así que cuando vengan a la cita no usen la información o el trabajo que hagan fuera del consultorio,
lo que es de ustedes es de ustedes, no de sus hijos, no mezclen
mi celular es para acordar las citas, no para hacer consultas por eso no insista cuando no respondo.

Es importante que sepa que dirijo esta carta a la madre porque es quien se angustia,
quien llama y quien generalmente carga la mayor culpa de lo que fue, lo que no fue y lo que quiso ser,
así que le suguiero que si su hijo o hija está en terapia usted también se procure un espacio de este tipo,
que preferiblemente no sea conmigo,
además los padres saben mantener más la distancia por eso figura su nombre...

Sin más que comentarle me despido, saludos...

lunes, 18 de agosto de 2014

Nuestro inicio...

Se habían visto, tomaban una clase juntos, él era de comunicación y ella de pedagogía, ella lo había mirado con mucha curiosidad, él ni siquiera sabía quién era ella. Por un ejercicio en clases habían intercambiado datos y ella sabía dónde vivía, en su espontaneidad se acercó un día después de clases:
“¡Hola! Disculpa que te aborde, estaba esperándote realmente… Es que… Me parece que vives en la Garzota  y quería saber si vas para allá ahora”
Él la miró con unos ojos enormes y negros como la noche, con una sonrisa entre los labios carnosos que tenía y de esa manera seductora que ella ya había pillado le contestó: “¿Cuál es tu pregunta, si voy a mi casa o si puedo llevarte?” Se quedó indefensa, se descubrió leída y desde ese momento se quedó a su lado.
Fue un largo tiempo el compartido, fueron amigos, íntimos amigos, por lo joven de sus años, antes de ser cualquier otra cosa fueron solo ellos, sin muchas poses, sin títulos universitarios, sin cosa alguna que pudiera pesarles, así se conocieron y empezaron una historia para recordar.
¿Cómo saber si esa era una elección para toda la vida, cómo saber si era el correcto?
No hay respuesta, no hay LA elección para TODA la vida, hay un gusto, un no sé qué que nos llama de aquel otro, a veces puede ser un momento de conexión, otras una característica física, un olor, un gesto. Lo que sí hay es un tiempo de conocerse que debe ser lo más honesto, si hubiera que dar tips para conocerse con una pareja podría decir:
  • Hagan cosas juntos y por separado, vean cuánto disfrutan de estar con esa persona haciendo cosas y cuánto disfrutan de esa persona hablando de sus cosas, al final del día lo que queda es hablar y reír.
  • Encuentren los puntos de unión y también los puntos de separación, uno de los trucos en pareja es conocer lo que amo de ti y también lo que detesto.
  • Mezclen los amigos y vean como se relacionan entre ellos y con él o ella, así sabemos cuán auténtico y fiel es consigo mismo, si es auténtico y fiel consigo mismo lo será con nosotros.
  • Revisen cuán cercanos se sienten de esa persona cuando no hay palabras de por medio, cuánto puede él o ella entenderme sin hablar y viceversa, si esto no pasa, esa persona no es.
  • Sientan, sientan las palabras, los gestos, los actos, no lean, tampoco interpreten, solo revisen si se sienten amados o amadas, si saben o creen que los quieren, no vale, debe sentirse el deseo de comprometerse, es solo desde el deseo de compromiso que nace la decisión de amar.
Solo para dejarlos con el abreboca del tema siguiente, me adelanto diciendo que amar es una construcción diaria que parte de la decisión de hacerlo y que para construir se necesita un modelo, una idea de lo que se quiere y un conocimiento del equipo y los materiales que tengo para llegar a lo que deseo.
Lo anterior empieza con amistad y ésta es parte del noviazgo, lo siguiente, la construcción es parte del matrimonio…

martes, 22 de julio de 2014

Vocación Profesional

Luego de algunos correos, referencias y acercamientos me comunicaron que estaba invitada a ser articulista de Revista VIVE, me sentí plenamente feliz, incluso me daban los temas y la libertad, si no quería esos temas, de escoger lo que me pareciera pertinente escribir para la familia. Fue un gran placer, casi un orgullo poder escribir para ustedes.

Transcurridas las emociones de la invitación, los primeros días del acuerdo con la revista, delimitados los temas y las fechas de entrega de los escritos, regresé a mis múltiples actividades diarias, cuando me di cuenta que estábamos sobre la fecha de entrega comencé a trabajar, busqué información, me reuní con colegas especializados en el tema y tuve todo listo para sentarme a escribir, por demás está decir que hubo las clásicas complicaciones del día a día de cualquier persona, los niños, el trabajo, la escuela, los estudios, etc. Sin embargo me senté, busqué un canal de inspiración y no lo encontré, hasta que me enfoqué en por qué quería escribir en una revista, en ese momento surgió la motivación de compartir lo que he aprendido, de poder establecer un espacio de claridad para quien busca respuestas y se me hizo muy fácil empezar.
¿Cómo puedo llamar a aquello que me movió? En base a la definición podría decir que me inspiró mi VOCACIÓN, entendida como llamado, convocatoria, inclinación a un estado, profesión o carrera. Bajo esta perspectiva yo tendría una vocación al servicio de los otros, a la búsqueda del bien común. Entonces me pregunto ¿Esto quiere decir que la VOCACIÓN es personal? La vocación tiene que ver con la persona y sus habilidades, su capacidad para desenvolverse ágil y oportunamente en actividades que vayan de lo cotidiano a aquello que se podría considerar extraordinario o complicado. Podríamos decir que desde pequeños tenemos diferentes tipos de intereses, si observamos a un niño nos vamos a dar cuenta que es curioso, que le gusta experimentar y jugar a todos los roles que observa de los adultos, cuando esto pasa en la vida de un pequeño y este es motivado a descubrir, crece seguro de sí mismo, sabiendo que si se equivoca puede corregir y que hay que jugar de todo para ver qué es lo que al final de ese día buscará volver a jugar, en esos momentos estamos trabajando en la persona quien luego escogerá una carrera en base a lo que descubrió que le gusta.

Considerando actual a los últimos diez años podríamos decir que los niños no juegan tanto a los roles (doctor, veterinario, abogado) sino a video juegos o a juegos dirigidos para su diversión, los que entretienen pero, al ser dirigidos, no les permiten proponer, así obstaculizamos en cierta medida su auto descubrimiento de cosas que disfruten hacer y los encasillamos en un determinado canal, de esta manera en los últimos años tenemos un aumento considerable de las carreras técnicas y un alto desconcierto en respuestas a preguntas como  qué estudiar o qué me gustaría hacer en mi vida. Otro motivo para esas preguntas se relaciona con el tema del enfoque al éxito laboral que les inculcamos a los chicos, entonces les decimos que escojan algo que les permita ganar mucho y no les enseñamos que por encima de ganar dinero está la realización personal.

La VOCACIÓN en el ámbito laboral parte de una inclinación personal, de algo que disfrutamos hacer en todo momento, en lo que somos hábiles y que debe aportar plenitud a nuestra vida, esto hace que podamos trabajar disfrutando lo que hacemos, que seamos eficaces y productivos con posibilidades de ascensos laborales y así el verdadero éxito está garantizado. Para descubrir nuestra VOCACIÓN PROFESIONAL podemos hacer un proceso de orientación el cual se refiere a descubrir nuestras habilidades personales en relación a los intereses profesionales de tal manera que podamos escoger la carrera adecuada. También es importante autoconocernos pudiendo aceptar las cosas que se nos dan fáciles y aquellas que nos cuestan más, podría darse el caso de querer estudiar un área que no es aquella en la que somos rápidos, en estos casos la perseverancia y el compromiso son los elementos que pueden ayudar a una persona para mantener el deseo de trabajo dentro del área escogida.

¿Cómo ayudar a nuestros hijos en el proceso de elección?
A los niños:
·        Los podemos dejar jugar de todo, en un juego libre que les permita descubrirse.
·        Enseñarles siempre que tienen derecho a equivocarse y experimentar, eso asegura un proceso de autoconocimiento y exigencia.
·        Permitirles acompañarlos a diferentes actividades que les permitan conocer todo tipo de roles sociales y laborales.
·        Motivarlos a opinar sobre las cosas que les gusta ver, hacer o que desean probar.
A los jóvenes:
·        Respetar sus decisiones en cuanto a las actividades que desean escoger, no porque la familia sea de Doctores, ellos deberán serlo.
·        Estar atento a su capacidad de autoconocimiento, si el caso es que no se reconoce a sí mismo ayudarlo acercándolo a un proceso de orientación vocacional.
·        Permitirle pensar, dudar y repensar la elección de carrera.
·        Promover constantemente actividades que le permitan acercarse a diferentes realidades para ampliar sus expectativas de vida.


Me gustaría terminar diciendo que en niños, jóvenes y adultos debemos reforzar la idea de que el fin de un trabajo es la dignificación y realización del ser humano, por tal razón estamos llamados a trascender, a ir más allá dejando nuestra huella en el trabajo diario cualquiera que este sea, porque solo así logramos parte de la felicidad. 

domingo, 6 de abril de 2014

Invitación

Un domingo como hoy,
en el que te hecho de menos,
me encuentro con unas cuantas reflexiones al fin del día...
El hombre solo se realiza como tal,
como macho de la especie en la mirada y compañía de la mujer
y esta al igual que él necesita de un hombre para ser mujer.

Cabe aclarar detalles sobre los diferentes roles del hombre y la mujer,
es decir el ser humano está llamado a la plenitud,
debe conocer por lo menos, mínimamente, lo que es ser:
hij@, herman@, amig@, estudiante, entre todos los otros,
por esto todos los ámbitos sociales están a su disposición,
y esto no quiere decir que un rol implique otro,
lo que sí puede pasar es que con una persona en diferentes momentos
vivamos diferentes roles. Sin embargo el rol de hombre y mujer,
solo se lo vive en pareja, por tal razón la mujer se realiza como tal
solo frente a su hombre y viceversa.

Muchas veces ocurre que una mujer confunde realizarse como tal
con ser madre y es que la mujer no se realiza en la maternidad,
sino que crece en ella y esto aporta a su ser de mujer
y a lo que enseñará a su hija o hijo sobre lo que es serlo.

El hombre entonces tampoco se realiza en la paternidad
y ahí encontramos por qué un hombre puede tener un hijo y dejarlo,
aquí también es importante resaltar que esto es una cuestión de machismo:
"allá la mujer con los críos que le tocaron..." Y con la crítica si es que no lo vive así.

Bajo esta perspectiva hago un llamado a las parejas,
a aquellas que consultan porque les va mal,
porque se perdió la magia,
porque ya al séptimo año el ánimo y el amor han cambiado,
a ustedes les invito a encontrarse en la mirada de deseo de aquel que escogieron
o que les escogió, les invito a hacerse mirar, desear,
a vivir su sexo acompañado de su complemento,
porque humildemente considero que solo a partir del encuentro amoroso,
cálido, humano completo con el otro sexo,
podrán vivir el propio sexo en la plenitud del mismo.

miércoles, 26 de marzo de 2014

Datos estadísticos...

Lo miró mientras lo contemplaba, 
para ella nadie era como él, 
esa sonrisa, esa mirada, esas manos, 
ella no las había vivido nunca jamás.

Es que él había llegado a su vida así, sin más, 
de improviso había ocupado los espacios que tan vacíos tenía ella,
para convertirse justo en lo que él decía no querer 
y ella gritaba no necesitar,
él le ofreció un rol, una mirada,
la reconoció en su necesidad de ser mujer.

Ella se acostumbró y le ofreció lo mismo, 
claro, también desde sus limitaciones, 
desde sus escudos y sus vacíos...

Así formaron una dinámica dual, que los convirtió en pareja, 
no fue el amor, fue la necesidad la que invitó a construir.

Esa noche mientras lo miraba abstraída del discurso que mantenían,
se sintió sola y cansada de pedir coherencia entre lo que decían y hacían,
esa noche se cuestionó ¿qué me tiene aquí, por qué engancharme así?
¿Por qué desde los vacíos y no desde la completud?
Una voz dentro de sí le dijo:
Porque si no reconoces tus carencias pides que las llenen por ti.
Se dio cuenta de lo que había aprendido y decidió que era tiempo de partir...

La pregunta a la historia es: ¿Cuántos nos enganchamos así?

Para mi hija

  Estoy pensando en ti, no corras hija, no corras por los demás, corre por ti, por tu carrera, por las cosas que te gustan, por la vida que ...